Este lunes se desarrolló la cuarta audiencia por los delitos de Lesa Humanidad en el juicio Monte Pelloni I. Araceli Gutierrez, la única mujer detenida en ese Centro Clandestino, brindó un conmovedor relato que se extendió por más de tres horas. “Mi padre tuvo que elegir entre sus dos hijas, yo estoy acá… mi hermana no”, dijo emocionada. Gutierrez recordó el secuestro de su familia y el suyo, torturas, y una violación. Además reconoció al “Pájaro” Ferreyra, uno de los imputados (ausente en la sala al igual que Verdura por problemas de salud). Y señaló que compartió parte de su cautiverio con Graciela Follini de Villeres. AMPLIAREMOS galeria

 

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Nota y Foto: Jorgelina Perez/Planeta Cultural

Una sala repleta y silenciosa escuchó el relato en primera persona de Araceli Gutierrez, la única mujer que estuvo detenida en Monte Pelloni. Fue una jornada dura, al igual que la acontecida días atras con los testimonios de Carmelo Vinci y Osvaldo Fernández.

La cuarta jornada del juicio por delitos de Lesa Humanidad denominado Monte Pelloni I, se llevó a cabo en el SUM del edificio de aulas comunes de la Facultad de Ciencias Sociales, y contó solo con dos de los imputados presentes; Walter Grosse y Horacio Rubén Leites, ya que Ignacio Aníbal Verdura y Omar “Pájaro” Ferreyra presentan problemas de salud.

Araceli, declaró que fue secuestrada el 16 de septiembre de 1976, en su casa junto a su compañero Néstor Elizari. El 13 en Tandil se habían llevado a su padre Francisco, quien era Sub Comisario de la policia de provincia de Buenos Aires y el 14 en Olavarría a su hermana “Pichuca” Gutierrez y su cuñado Juan Carlos Ledesma.
Durante el testimonio dijo que les robaron pertenencias.

Desde Olavarría fueron trasladados a la Brigada de Las Flores. En el lugar “estaba muy torturada” Graciela Follini de Villeres.

Uno de los momentos más conmovedores del testimonio de Araceli, fue cuando relató “a mi papá le dieron a elegir entre sus dos hijas…yo estoy aca mi hermana no”. Al respecto confesó que su padre le mencionó que su hermana “Pichuca”, “ya se estaba muriendo”.

Araceli contó que a su padre lo torturaron con picana y golpes.

El avance del relato la llevó al traslado a Monte Pelloni, “ví la cantera Milesi”, afirmó. Luego habló de los interrogatorios, “hacían ruido para que no se escucharan otros compañeros”.

En el lugar tambien estaban, Maccarini, Osvaldo Fernández, Carmelo Vinci y Cassano. Allí no estaba Oscar Fernández.

En el testimonio remarcó que “había una guardia invisible y otra dura que venía a golpear. Dentro de los que venían estaba Ferreyra”.

Dijo que lo reconoció porque lo escuchó nombrar y por “la nariz”. Además mencionó una serie de sobrenombres; Cuaco, Pájaro, Vitullo y Pepe.

Respecto a las torturas dijo que había picana y otro sistema en el cual les decían que para hablar tenían que “abrir y cerrar la mano”.

En su relato, Araceli con total valentía contó que fue violada con una pistola.

Dentro de las cosas insólitas que tuvo que pasar durante su cautiverio, señaló que “para el día de la madre me trajeron una caja d bombones y les pedi compartirlos con mis compañeros. Eso servía para desestabilizar”.

En el mes de noviembre de 1979, mientras permanecia internada en el Hospital por inconvenientes en su embarazo, recibió la visita de Grosse junto a otro militar. Ese episodio la llevó al doloroso momento que atravesó para el nacimiento de su hija el 29 de mayo de 1980. Luego de la cesárea la dejaron tirada en una camilla desnuda y vomitada, en un depósito del Hospital de nuestra ciudad, mientras le habían dado la beba a un familiar.

Antes de pasar a un cuarto intermedio, también soportó con fortaleza el planteamiento de la defensa del Dr Castaño, quien a través de preguntas determinadas por el Tribunal como “improcedentes” intentó desestabilizarla emocionalmente.

“No se justifica bajo ningún punto de vista la maldad a la que hemos sido sometidos (…). Yo quiero que me expliquen porqué me abusaron y porqué me lastimaron”, resaltó.

Araceli aún tiene la marca de las esposas y una marca en la pierna producto de una vez en la que se le pegó la ropa por la menstruación, durante el cautiverio. Además sufre fibromialgia. Pero ninguna de esas consecuencias fue el impedimento para que en la actualidad sea la “guardiana” del Monte Pelloni.

Luego hubo un cuarto intermedio y tras el testimonio de Araceli Gutierrez declararon Néstor Horacio Elizari, Juan Manuel Ledesma y Agustín Bustos