¿Porqué alguien dice “esto no es arte”?
Anoche se inauguró “Cultura Viva”, el evento organizado por el Municipio con varias propuestas culturales que se extenderán durante la semana. En ese contexto el intendente Ezequiel Galli anunció que el equipo de la Fundación Pinta Argentina “ya empezó los trabajos de limpieza en el puente de Av. Colón y Pringles, para hacer una intervención cultural allí y darle un poco de vida a ese puente tan emblemático de la ciudad, por lo que vamos a hacer una gran intervención cultural, como hicimos en el puente de Av. Del Valle el año pasado“, explicó el Jefe Comunal en la ceremonia de apertura.
Y limpiaron tan bien el lugar al que pretenden “darle vida”, que se llevaron puestos los murales de los artistas independientes que estaban allí. El arte urbano, no es glamoroso, “no encaja” en los cánones establecidos de la belleza. El ARTE CALLEJERO, tiene como fin interpelar al sujeto, denuncia, transgrede, tienen una carga social, sacude, te invita a reflexionar, no pretende que lo compres y lo cuelgues en un living. “Los murales a cielo abierto” son espacios de lucha, las imágenes en sí mismas lo son.
Bajo el discurso de la modernización y el embellecimiento las obras de los artistas locales fueron borradas. Juan Weisz, referente de Insurgente Espacio Cultural Independiente y Autogestionado fue claro y conciso: “En Olavarria, el Municipio ha declarado la guerra a las manifestaciones culturales independientes que toman la calle… Se esta desarrollando una nueva edición de Cultura Viva. Una especie de muestra de actividades culturales que en una semana pretenden hacer lo que no desarrollan después durante el resto del año desde la Municipalidad. Dicen que el nombre se les ocurrió a los genios de las burocracia cultural local, como respuesta a la movilización que se realizo cuando echaron a los referentes de las escuelas municipales de cultura, primera movida para el desaguace que se hizo en el área. En su momento se hizo una movilización masiva con el apoyo de todxs lxs referentes de la cultura local con la consigna de que no maten la cultura. Ahora no solo tenemos la cultura “viva” una semana al año sino que se ha avanzado con la criminalización del arte callejero con sanciones muy duras para los artistas visuales que pintan murales o la graffitean. En este contexto, un grupo de artistas intervinieron el puente de la Colón. La respuesta de la Municipalidad fue tapar esos murales. Esta claro que es una batalla por lo que se dice, quién lo dice y qué se dice. Se disfraza el ataque a la expresión independiente con argumentos de desarrollo cultural. Es una mentira. Lo único que se quiere es imponer un discurso único y despolitizado“.
La Revista “Madre Tierra” de La Sal Editora, recupera la crónica de ese día en el cual se pintaron los murales en el Puente de la avenida Colón, los murales que ya NO ESTÁN:
“El pasado 21 de julio un grupo de artistas independientes nos autoconvocamos para pintar el puente de la avenida Colón de la ciudad en que vivimos: Olavarría. Para quienes no conocen, es un espacio público muy transitado por el cruce de dos avenidas y por la vía del tren, que pasa por debajo del puente muchas veces al día y obliga a detenerse a cientos de transeúntes.
La consigna era sencilla: juntarnos a pintar. (Llevar pinturas para compartir, pinceles, rodillos, agua, escaleras). Sabíamos que lo que estábamos por hacer iba a causar repercusión. Por un lado porque este tipo de intervenciones son extrañas en nuestra ciudad. Por el otro, porque desde hacía varios años el puente estaba colmado de frases de Acción Poética, cosa que ya había generado debate. También sabíamos que era probable que cayera la policía del cemento, y esto pasó casi enseguida. Nos preguntaron qué estábamos haciendo, a pesar de que era una obviedad. Nos preguntaron si teníamos permiso para pintar, les dijimos que no. Nos dijeron que habían ido porque los habían mandado, que la próxima vez pidiéramos permiso, y que seguro iba a quedar mejor de lo que estaba. Nos reímos, no sin asco, y seguimos pintando.
Pasó mucha gente intrigada que nos miraba, nos preguntaba algo tímidamente, sonreía o se alejaba con cara de culo. No faltó el grito de aliento: “¡Por fin taparon esas porquerías!”. Así transcurrió la jornada, con un lindo sol y con amigxs que se pasaban a hacer el aguante compartiendo un mate, un pucho y/o dando una mano. Algunxs a partir de ese día pegaron laburo pintando murales en casas y otros espacios.
Era algo que teníamos ganas de hacer hacía bastante tiempo pero no lo concretábamos. Asique fue un gol. Terminamos y nos fuimos a tomar unos mates, algunxs a trabajar y otrxs a escuchar a un amigo que cantaba esa noche. Estábamos satisfechxs no solo con lo que habíamos pintado sino con lo que habíamos hecho en general, por habernos organizado y decidido a ir y hacerlo”.
Nota:Jorgelina Perez
Aporte: Revista “Madre Tierra” y Juan Weisz