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NOTA Y FOTOS//Jorgelina Perez – Planeta Cultural
Al mejor modo de carnaval jujeño, este sábado los Sikuris realizaron su fiesta en el barrio Obrero. Con música, baile, harina y albahaca se despertó el pujllay abajeño y todo se convirtió en alegría.
Fue la primera fiesta de este tipo en la ciudad y a cargo de la Mutual Los Sikuris. Y contó con una participación extraordinaria, tal es así que todos los presentes se volvieron a sus casa completamente enharinados y algunos con una ramita de albahaca encima.
La fiesta, pasó por varios rituales típicos, a través de los cuales se le rinde homenaje a la Madre Tierra y se le pide permiso para desenterrar el pujllay y con él al carnaval.
Para eso, la calle Bolivar entre Celestino Muñoz y Leal se vio adornada con banderines y parte del decorado que los Sikuris utilizan en sus presentaciones; soles, flores, etc. Tambien con un escenario, donde tocó el grupo folclórico La Zafra, mientras el público ofrendaba con harina y albahaca a la Pachamama para que deje salir el carnaval.
También participaron los Caporales y la Murga Comodines de Febrero.
El carnaval fue desenterrado por la “diablada”; jovenes vestidos con trajes de colores y máscaras.
La fiesta que tuvo a los Sikuris como anfitriones contó con varios muñecos gigantes, que junto a la música y la tradición norteña, hicieron de la noche una postal increíble. Vecinos bailaron en la calle y se fueron impregnados de harina, talco y serpentinas.
La tradición dice que el carnaval volverá a enterrarse en marzo.