Cobertura//Jorgelina Perez
Durante el pasado fin de semana Colonia Hinojo disfrutó, a pesar del calor agobiante de su undécima Kreppelfest. Por las altas temperaturas el público que asistió temprano el domingo, buscó refugio bajo las plantas de la vereda de la iglesia y de la plaza y el grueso de asistentes se acercó en el atardecer. Se trata de la fiesta en la que el pueblo comparte sus tradiciones culturales alemanas que aún conserva. Es el evento que reúne a lo largo y ancho de la avenida de Los Fundadores puestos de artesanías, gastronomía y un gran escenario en la esquina que cruza Juan Scharle, para artistas musicales que se extiende a la calle para dar lugar a las danzas alemanas. La estrella de la fiesta es el kreppel la torta originaria de la región del Volga que llegó a la Colonia con las primeras familias que se asentaron allí. Colonia Hinojo es la primera colonia de alemanes del Volga en el país y fue fundada un 5 de enero de 1878.
Carroza en el desfile de instituciones en la avenida de Los Fundadores
La Kreppelfest es una fiesta popular que se ganó su lugar privilegiado en la agenda cultural de Olavarría y que convoca a vecinos/as de la región. Se realiza en el pueblo desde el año 2011 y nació con el objetivo de tener un evento para el reencuentro de las tradiciones heredadas de los/as ancestros/as volguenses que la Colonia mantiene.
Para el festejo el pueblo se viste de fiesta, un gran cartel con letras corpóreas da la bienvenida. Dos carruajes que remiten a tiempos pasados se ubicaron de un lado y del otro del separador de la calle, hay banderines negros, amarillos y rojos por todas partes, además de las banderas argentinas y alemanas que habitualmente se ven allí. Junto a ellas los carteles propios del pueblo y pensado para turistas, el mapa, la iglesia, y la fiesta del kreppel.
Como hace varios años ya, el evento se realizó el sábado y el domingo. En la primera jornada hubo danzas típicas, con Taller Municipal de Danzas Alemanas “Wir Bringen Freude” y Ballet de “La Dulce Vida”, éste último de la ciudad de Azul. Música, Juan Carlos Banegas, baile popular con el artista local Martín Dolón con un repertorio de cumbias y Polkarock con una fusión de las tradiciones germanas con acordes de rock. Además del espiche, el ritual de la cerveza, en el que se sube un barril de madera – previamente agitado – al escenario, se lo rompe y se tira la bebida para que los/as asistentes que levantan sus vasos o cualquier otro elemento que sirva para tal fin para un trago de cerveza. Ahí no importa salir mojado/a y mucho menos el olor a cerveza pululando en el aire.
El domingo las actividades comenzaron por la mañana. A eso de las 10 se hizo la misa en el escenario de la fiesta a cargo del párroco del pueblo, José Quatrocchio. Para ese momento ya se notaba que la jornada iba a ser de altas temperaturas. Luego de la misa se presentó el libro “Colonia Hinojo, Colonia Madre”, de Julio C Weimann. El mismo cuenta con la colaboración de Rosa Steinbach y fue editado el año pasado dentro de la colección Serendipia de la Editorial Del Altillo.
El libro “Colonia Hinojo: La Colonia Madre” fue presentado en la Kreppelfest.
Más tarde hubo una entrega de distinciones. El Museo “Ariel Chiérico” donde se puede encontrar distintos elementos que hacen a la historia del pueblo, se pudo visitar durante los dos días. El domingo particularmente abrió al mediodía y allí estuvieron Julio Weimann y Rosa Steinbach contando anécdotas que plasmaron en el libro que habían presentado un rato antes.
Al escenario llegó la música con la banda “Lustige Musikanten”. Se hizo la apertura oficial pero las presentaciones de los grupos de baile pautadas para las 15hs debieron retrasarse por el calor intenso. En el patio del Museo en tanto, hubo una actividad recreativa en el marco de su 25° Aniversario.
La fiesta continuó con el desfile de instituciones por la avenida de los Fundadores. Pasaron los moteros de Hinojo, integrantes de la Parroquia con el cura tirando agua bendita, los hermanos Gisler, representantes de la unión de colectividades, de Colonia Nievas, Raíces Alemanas de Tandil, el ballet municipal “Wir Bringen Freude”, Nova Batería Salguero, carrozas, los soldados continentales y los bomberos entre otros.
Luego sí fue el turno de la danza en el medio de la calle y frente al escenario. Primero se presentó el ballet de “La Dulce Vida” de Azul con sus danzas alemanas. A continuación el ballet de adultas “Wir Bringen Freude” y también el infantil y el juvenil. El ballet olavarriense presentó su puesta artística con el nuevo vestuario, que por cierto fue impecable. Más tarde fue el turno nuevamente el ballet azuleño, pero esta vez con danzas ucranianas.
Presentación del Ballet “Wir Bringen Freude”
Presentación del Ballet de “La Dulce Vida” de Azul
Para esas alturas ya un buen marco de público se había acercado, aunque hay que destacar que a eso de las 20hs había una larga hilera de vehículos por el Camino de los Pueblos rumbo a la fiesta.
El artista de la localidad Martín Dolón subió al escenario y se armó el baile popular a pura cumbia. Luego estuvo la actuación de F Etchemendy y el show de espiche a cargo de la delegación del pueblo San José, de Coronel Suárez. El cierre de la fiesta fue con Los Charros.