Anoche se realizó la 58° edición de la Fiesta que caracteriza a la localidad serrana y en la cual los reyes bajan desde lo alto del cerro. Asistieron miles de personas de Olavarría, las localidades del Partido y ciudades vecinas . El cierre de la fiesta fue con el show de La Bomba de Tiempo. Mira las imágenes.
Cobertura// Jorgelina Perez
Como ocurre cada 5 de enero desde hace 58 años Sierras Bayas se llenó de magia y renovó las ilusiones de las infancias. Anoche nuevamente miles de personas se acercaron desde Olavarría y sus localidades y ciudades vecinas como Azul, Chillar, Rauch, Lobos, Cacharí u otras un poco más alejadas como Necochea o La Plata, para disfrutar de la bajada de los reyes magos desde lo alto del cerro de la calle Alfonso Aust. Es que esta fiesta más allá de la representación realmente fabulosa, tiene un escenario que permite imaginar que los reyes bajan del cielo. Y para las infancias se convierte en un momento mágico e imborrable..
Antes de que llegaran “Melchor, Gaspar y Baltazar” la Comisión organizadora realizó un reconocimiento a los soldados continentales por Malvinas, quienes siempre brindan apoyo a esta fiesta y a los eventos que se hacen para recaudar fondos para la misma, como las fiestas de la empanada y del choripán. Luego se presentó el sierrabayense Gonzalo Salicio con sus canciones y a continuación se dio paso a la recreación del pesebre viviente.
Para entonces ya faltaba muy poco para el momento esperado por niños y niñas. El locutor Luis Occhi fue guiando con palabras precisas las miradas hacia lo alto del cerro de la calle Aust, la esquina por donde se hace el ingreso al predio y la pantalla para quienes estaban frente al escenario que no fue otro que la bicisenda. El clima de la fiesta para ese tiempo ya era todo ilusión. Desde lejos se podía ver la representación de la estrella que anunciaba la bajada.
La altísima calle Aust, que estaba a oscuras comenzó a iluminarse a lo lejos.El brillo de las capas y lucecitas que traían en sus manos lxs ayudantes fue la primera imagen. Los reyes magos bajaron lentamente mientras miles de manitos a lo largo de todo el predio, se estiraban en las bayas para poder tocarlos y sacarse fotos.
Luego del recorrido y miles de selfies “Melchor, Gaspar y Baltazar” ingresaron al escenario pasaron por el pesebre y le dieron un mensaje a las infancias presentes. A continuación se dispusieron a entregar los regalos que se recepcionaron en la iglesia de la localidad hasta un rato antes de la bajada.
La fiesta tuvo además un imponente show de fuegos artificiales de bajo impacto sonoro. El cierre fue con el espectáculo de percusión de “La Bomba de Tiempo” que llegó a través del aporte del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, tras la gestión de Federico Aguilera y Maximiliano Wesner.