La mujer que lo acompañó hasta el final describió esta muestra que despierta un mundo de sensaciones.

“En los lugares que Sandro ha estado, nos gusta llevarlo, y que se vuelvan a reencontrar todos con esas cosas que hace muchos años estuvieron palpando: sus fans, su público”, dijo Olga Garaventa, la mujer que acompañó a Sandro hasta su último día, al dialogar con los medios de prensa y afirmó: “Me pareció algo tan lindo que se puedan reencontran, que por eso decidimos traer la muestra a Olavarría”.

Olga Garaventa explicó cómo surgió la idea de armar una muestra con los objetos, vestuario, y fotos del ídolo popular. “Desde el 2012, estuvimos casi un año y medio trabajando para definir qué cosas traer a la muestra. Vino mucha gente a preguntar pero era tan difícil poder entregar las cosas de Roberto”,

“Apareció Alejandro Salade, que ya había estado en el armado de la muestra de Miguel de Molina, tenía un antecedente. Había visto la muestra de su tío, y me gustó mucho cómo la había encarado. Entonces dije que sí, pero con condiciones que sea con mucho respeto y cuidado con las cosas. Me parece que es una persona que reúne todas las condiciones como para llevar adelante algo tan importante como es este legado, que hay que cuidarlo mucho, como él lo hacía con sus cosas, de una manera tan reservada y cuidadosa”, explicó Olga.

Esta mujer, que ocupó el corazón de este gran artista argentino detalló el contenido de la muestra, y agregó: “Estuvimos mucho tiempo decidiendo qué traer, la casa de Banfield no la podíamos traer acá, obviamente, pero hemos traído una buena parte de las cosas que están allá. En el video se ven flashes, partes de la casa. Van a poder ver parte de su vestuario, de su trayectoria en las películas, en los recitales, todo no, porque sino pierde la magia”.

Por último, Olga, se refirió a lo que despierta hoy la figura de Sandro. “Lo siguen las abuelas, las hijas, y las nietas, es de descendencia en descendencia, hay mucha gente que lo sigue, porque realmente era una persona tan especial”.

Y manifestó con gran nostalgia:“En realidad, las palabras hay que cuidarlas porque pueden sonar a arrogancia, pero era único, no hay otra persona que lo pueda suplantar, era una persona totalmente especial, totalmente divertido, tenía un humor que le ponía color a todos los días, le ponía color a la vida”.