Este fin de semana se realizó la décima edición de la fiesta popular. Hubo danzas típicas, música y gastronomía alemana. Durante la jornada del sábado se presentó un libro en el Museo. Ademas se eligieron las “embajadoras”.Este domingo la convocatoria fue multitudinaria. Hubo desfile, show de spicher y demás atractivos.GALERIA DE IMAGENES
Nota y Fotos//Jorgelina Perez
IG: @PlanetaCultural
El buen clima jugó a favor del retorno de otras de las fiestas que se destacan en el calendario cultural del Partido de Olavarria. La Colonia Hinojo recibió a miles de visitantes que se dieron cita para poder disfrutar de la gastronomía, las danzas típicas y todo el cronograma de actividades propuesto por la organización de la Kreppelfest.
La fiesta comenzó el sábado sobre la avenida de Los Fundadores. Desde el acceso al pueblo un cartel que decía kreppelfest hecho con letras blancas le daba la bienvenida a todas las personas que no lo habitamos cotidianamente. En los laterales se ubicaron puestos de comida, desde donde se colaban los olores y más de uno/a paraba para hacer alguna degustación, también se encontraba con cerveza artesanal y artesanos y artesanas que exhibían sus productos. En los canteros colgaban banderitas alemanas y argentinas a lo largo de la calle principal.
Al lado de la Plaza Sarmiento, lindera al Museo “Ariel Chiérico” y frente a la Iglesia, un gran escenario cortaba la calle y en cuyo frente había una bandera formada con telas negras, rojas y amarillas, los colores de la bandera alemana. En la vereda arbolada de la Parroquia las deliciosas kreppel, que también se encontraban en distintos puestos adornados con banderines. Y en la cuadra lateral los puestos de comida donde el olor a las salchichas de las recetas alemanas y otras delicias de la gastronomía se mezclaban con las hamburguesas, las papás fritas con chedar y alguna otra propuesta alimenticia.
El sábado la inauguración de la Kreppelfest fue a las 19hs, pero desde temprano sonaban polcas y cumbias en los parlantes que acompañaban el paseo peatonal por la avenida de Los Fundadores. De hecho a las 17.30 se presentó el libro “Volga Salvaje” de Adrian Lorea en el Museo y los sonidos se colaban hasta por las cerraduras. El Museo contó una buena presencia de público que recorrió sus salas donde se rescata parte de la historia de los alemanes del volga en la colonia. La presentación del libro colmó la capacidad de la sala. “Volga Salvaje” contó con la asistencia del autor de la novela histórica. Y una contextualización de la obra a cargo de Osvaldo Bugliese; autor del libro de Colonia Nievas. La presentación en si misma fue dinámica e incluyó intercambios con las/os presentes y la lectura del primer capítulo a través de varios/as interpretes. En el cierre unos ricos alfajores caseros completaron la actividad allí.
Ya alrededor de las 19 se concretó la inauguración formal, con las/os integrantes de la comisión organizadora sobre el escenario. Se realizó un minuto de silencio por las víctimas de covid y todo fue emoción y abrazos por el recuerdo de quienes ya no están. Alli estaba también Emilio Wagner padre del submarinista del Ara San Juan Diego Wagner Clark, un hombre a quien el dolor que junto a su familia llevan en el cuerpo se le ve en los ojos.
Luego referentes de la Colonia y Wagner hizaron las banderas en la plaza y todo continuó tal cual estaba previsto. Es decir llegaron los ballet de danzas alemanas y para ello se delimitó la calle con las habituales cintas de plástico. Y el predio quedó como una extensión del escenario en círculo para que la gente se ubique como un abrazo imaginario a las presentaciones artísticas. Llego el ballet de la Dulce Vida y el ballet de danzas alemanas local Wir Bringen Freude; este último terminó su performance desparramado cerveza desde los porrones que antes de comenzar habían dejado en el suelo. En la fiesta que recupera la tradición alemana dicen que la mejor fragancia es la cerveza. También hubo espacio para otras representaciones artísticas contemporáneas como fue la participación de Escuadrón Urbano.
Hubo elección de embajadoras y homenajes a las jóvenes que a lo largo de la historia de la fiesta fueron elegidas, como así también al único rey. El cierre de la primera jornada fue con la música del grupo Lima Limón.
El domingo también soleado y con un clima.agradable que jugó a favor de las ganas de disfrutar la fiesta, las actividades continuaron desde temprano. Se hicieron presentes las autoridades para el acto protocolar, se tomaron fotos mientras la gente se daba cita en el pueblo. Ya en las primeras horas de la tarde la.convocatoria era masiva.La Colonia se vio repleta de vehículos en busca se estacionamiento, incluso ya desde varios metros antes del acceso había largas colas en las banquina que funcionaron como anexo al espacio dispuesto en el club Santa Agueda. Una vez dentro del pueblo ya era una lotería encontrar un buen lugar.
Se hizo una demostración de elaboración de kreppel. Y sobre la calle, en círculo y frente al escenario desplegaron sus performance artística el ballet Wir Bringen Freude, el ballet Vesna con sus danzas eslavas y el ballet de la Dulce Vida que se.conforma con gente de Olavarria y Azul. Mauricio Brown el referente de este grupo se tomó unos minutos para hablar de sus ancestros alemanas que se fueron al volga a buscar un mejor futuro, de los cuales muchos se fueron a Odessa, Ucrania donde nació su bisabuela. Quizo rendir un homenaje al pueblo ucraniano por el conflicto bélico con Rusia (ver nota aparte – videos kreppelfest) y como era de esperarse cosechó un aplauso cerrado.
Una vez concluidas las danzas fue el turno de distintos artistas sobre el escenario, mientras en paralelo el sol apretaba fuerte, la gente recorría los puestos gastronómicos y artesanales y algunos/as trataban de encontrar un poco de sombra haciéndose lugar en la vereda de la iglesia. A esas alturas ya era incalculable la cantidad de asistentes a la fiesta.
Pasaron por el escenario Juan Carlos Banegas y Valentina Rodriguez. Luego se dio lugar al desfile de instituciones por la avenida de Los Fundadores. Y a continuación la segunda presentación del Grupo Astral y con ellos el baile que fue antesala al show de spicher (ritual de la cerveza) con la gente de Coronel Suárez. Es decir se rompe un barril de cerveza sobre el escenario y se desparrama sobre los presentes, mientras estos estiran sus brazos en alto y un vaso o algún elemento que sirva para embocar la cerveza. Al mismo tiempo otros/as se baña en la cerveza que cae con sus teléfonos en alto, porque sólo quieren registrar el momento.
La música y el baile continuó arriba y debajo del escenario con el Grupo Astral.
La fiesta concluyó bastante más tarde con.la presentación del grupo Santa Marta.